El último jueves se llevó a cabo el debate en el gobierno regional de Bíobío, Chile, para determinar las posiciones de las autoridades y de los dos denunciantes, Boldt-Peralada y Marina del Sol. Boldt acusa al gobierno de favorecer ilegalmente a los operadores contrincantes, lo que fue admitido durante el último encuentro, mientras que Marina del Sol denuncia trabas por parte de la competencia para no poder desarrollar el nuevo casino en la ciudad de Chillán.
La disputa viene creciendo desde fines del año pasado, cuando la tercera votación del Consejo Regional consecutivamente benefició a los operadores nacionales, aunque, según Boldt no tenían toda la documentación en regla. Marina del Sol también opera otro casino en Talcahuano y es liderada por Nicolás Imschenetsky. Por su parte, Boldt espera la resolución de la Corte de Apelaciones después de que la Corte Suprema haya dilatado su pedido.
Después del debate, el Consejo Regional argumentó que no le otorgó la licencia a Boldt porque el proyecto hispano-argentino ubicaría el nuevo casino a menos de 200 metros de la Universidad Pedro de Valdivia. En este caso, la licencia violaría la ley de Estrategia de Desarrollo Regional que aspira a promover hábitos de vida saludable.